Un nuevo restaurante para Puerto Madero

«Si hay encuentro, que sea italiano». Con esa premisa empezó a construir su identidad Angolo, una nueva apertura gastronómica en Puerto Madero que busca ser sede de reuniones de amigos, familias y colegas alrededor de esos sabores cálidos y conocidos que nos tocan la fibra a todos los argentinos.

«Venimos de raíces italianas y creemos que su cocina es lo suficientemente variada para abarcar mucho de lo que a los argentinos nos gusta comer, en cualquier momento del día y en toda época del año», explica Fernando Capria, uno de los socios del lugar. Su propuesta la describen como «cocina italiana de autor», que por partes remite a lo acogedor de la infancia y por otras, te hace viajar un ratito a distintos pueblos de Italia. Pero siempre manteniendo la nobleza de sus ingredientes, fiel a la esencia del país europeo, y esa calidad en la materia prima y en su trabajo realmente se ve.

Al inicio del menú hay varias entradas para compartir, medio un «must» en la experiencia del lugar. Arancinis con ragú de hongos, carpaccio de lomo, burrata al tartufo con prosciutto y «gamberi» grillados, son algunas de las opciones para ir entrando en calor el paladar, con unos panes caseros al mejor estilo italiano, y un aperitivo de Cinzano y pomelo «de la casa».

Elegir un principal es tarea difícil. Hay risottos, pescas, carnes rojas y una lista de pastas que supera la decena de opciones, donde aparecen todo tipo de variedades en las formas y salsas. Los platos que más salen – por lo atractivos que resultan a través de las redes sociales, quizás – son: el rotolo de kabutia gratinado con provola ahumada y crema de hongos, los pappardelle de remolacha con crema de espinaca, patagonzola y migas de pan, el lenguado con spaghetti nero, el risotto de hongos al tartufo y el pulpo a la plancha con papines y salsa verde.

En la lista de postres leemos tiramisú, affogato, panna cotta y almendrado de pistacho entre otros que la mayoría ya conocemos. Variedad: ese es claramente un término que se repite a lo largo de la carta, amplia y abundante, que tiene siempre alguna opción para cada gusto. Y lo mismo con la bebida. Prima el vino, lógico, pero a su vez hay tragos y cervezas para los que quieran maridar la experiencia con algo distinto.