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La Prefectura dejará de estar a cargo del patrullaje de Puerto Madero
La Policía porteña reemplazará a la Prefectura Naval Argentina en el control de Puerto Madero. Tal como sucede en el resto de la Ciudad.
Según trascendió, el traspaso no será abrupto, sino por etapas, y ya fue decidido en conversaciones entre el Ministerio de Seguridad de la Nación y funcionarios porteños.
Los prefectos están a cargo de la vigilancia en esta zona por su ley orgánica, que les entrega el control de las zonas portuarias. Esas características se mantienen solo en el nombre del barrio y en el amarradero de veleros. Las torres más elevadas y los precios de viviendas más altos -al menos u$s700.000 son necesarios para acceder a un departamento de dos ambientes- configuran las particularidades de un lugar icónico en la ciudad que adoptó ese barrio en 1998, cuando menos de 400 personas fijaban allí residencia.
En la actualidad viven unos 13.000 vecinos y el movimiento diario alcanza a 75.000 personas. El gobierno porteño quería asumir la responsabilidad en la seguridad y las autoridades nacionales no estaban muy convencidas de sostener esa presencia federal.
Un homicidio puso ese tema en la mesa de discusiones políticas. Ocurrió el pasado 14 de diciembre cuando el ciudadano británico Matthew Gibbard bajaba las valijas de la combi que había transportado a su familia desde el Aeropuerto Internacional de Ezeiza hacia el Hotel Faena y fue seguido y atacado por una banda que concretaba similares golpes desde el 12 de noviembre.
Los investigadores de la fuerza porteña sospechaban que los homicidas pertenecían al grupo que era buscado por otros violentos atracos, pero la investigación correspondía por jurisdicción a la Prefectura. Ni siquiera tenían acceso a las cámaras de videovigilancia. Al menos diez horas tardaron los agentes porteños en ser habilitados por la Justicia para entrar en el caso que en pocos días fue resuelto con la captura de los sospechosos.
Funcionarios nacionales y de la ciudad avanzaron en conversaciones para que la policía porteña se haga cargo de la prevención del delito en Puerto Madero; la primera reunión por ese tema fue el 3 de enero.
Es la única porción de la ciudad en la que tiene vedado, hasta ahora, su ingreso la policía porteña. En otras áreas – la villa 1-11-14, la villa 31 y las villas 21, 24 y Zavaleta- hay unidades de la Gendarmería, la Policía Federal y la Prefectura, pero a pedido del gobierno local, en un esfuerzo adicional en la prevención del delito en barrios que tenían los peores índices de homicidios.
El crimen del turista británico fue el primer contacto de la entonces recientemente asumida ministra Sabina Frederic con el vicejefe del gobierno porteño, Diego Santilli, y el secretario de Seguridad, Marcelo D’Alessandro. Se habló entonces de resolver ese homicidio y conversar después sobre un posible traspaso de responsabilidades.
La primera reunión formal se llevó a cabo el 3 de enero, cuando Santilli visitó a Frederic en su despacho de la calle Gelly y Obes. En esa reunión fue más directa la negociación sobre la llegada de la Policía de la Ciudad a Puerto Madero.
En Puerto Madero están desplegados unos 300 prefectos que integran la dirección de Protección Ciudadana.
En el perímetro de Puerto Madero se registraron el año pasado dos homicidios, 294 robos y hurtos, entre ellos solo nueve ataques de motochorros. Sin embargo, al tomarse en cuenta la tasa de delito el lugar que supuestamente es uno de los más seguros en la ciudad muestra datos más preocupantes.
El asesinato del británico Matthew Gibbard derivó en la llegada de la policía porteña. La tasa oficial de robos y hurtos en Puerto Madero es de 437,11 casos cada 10.000 habitantes. En esa apreciación, sería más probable ser víctima de esos delitos en Puerto Madero que en Barracas (395 casos cada 10.000 habitantes), Villa Lugano (281) o Liniers (371). Claro que esa tasa bajaría a 39 robos si se tomase en cuenta el movimiento cotidiano de 75.000 personas en el barrio, pero esa variable podría aplicarse también a los otros lugares.
Igualmente la Prefectura retendrá el control del movimiento en el dique, con la supervisión de las actividades náuticas, que forman parte de su rol primario. NR