La Ciudad sumó más de 9400 metros cuadrados para los peatones

Más espacios para los peatones, menos para los autos. La ecuación que ensayan las principales urbes del mundo también es un objetivo que persigue la ciudad de Buenos Aires: desde 2012 hasta hoy, el gobierno porteño ganó para los caminantes más de 9400 metros cuadrados en calles y avenidas, el equivalente al lugar que ocupan 1000 autos estacionados.

Más allá de la peatonalización de arterias como en el microcentro, y de los 158 km que construyó de ciclovías, el gobierno porteño delimitó esquinas conflictivas para el tránsito con pintura y maceteros. Así consiguió escenarios más «amigables» en la vía pública, que invitan a caminar y obligan a los vehículos a circular más lentamente. Estos nuevos sitios intervenidos permiten, además, la incorporación de mesas y sillas, y generan zonas de disfrute y descanso, como en Villa Devoto, Palermo y Retiro.

Desde Copenhague, emblema de la movilidad sustentable, hasta el Times Square de Nueva York, las grandes urbes fueron quitándoles espacio a los automóviles en favor de mejores opciones para peatones y ciclistas. Buenos Aires planea invertir $ 84 millones para obras en la vía pública.

«A partir de 2012 trabajamos junto a los vecinos de las comunas de la Ciudad para identificar cuáles son las esquinas más conflictivas de cada barrio. Como resultado de estos relevamientos, detectamos que en su mayoría son intersecciones poco convencionales, en las que la distancia de cruce peatonal es extensa, las aceras son irregulares y los cruces son difíciles de interpretar, tanto para los peatones como para los conductores de vehículos», dijo a La Nación el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Y agregó: «Buenos Aires va a eso: una ciudad para los peatones y con menos lugar para los autos».

El gobierno porteño apunta ahora a potenciar estas modificaciones en los barrios: intervendrán numerosas calles con el fin de crear lugares donde la gente pueda disfrutar de la vía pública. Por las características de los materiales utilizados, se trata de obras de rápida ejecución y bajo costo.

«Estos cambios buscan recuperar el espacio público para las personas. Reflejan aquellos espacios que en su momento se diseñaron para los autos, pero que la práctica nos demostró que debían ser para los peatones. Son el resultado de repensar la ciudad a una escala más humana, con una nueva mirada basada en observar cómo nos relacionamos con el espacio público«, comentó Juan José Méndez, secretario de Transporte de la Ciudad.

Las próximas áreas que se modificarán son la avenida Olivera, desde Juan Bautista Alberdi hasta Escalada; la avenida San Martín, desde Juan B. Justo hasta Díaz Vélez e Hidalgo; San Isidro Labrador, desde Vedia hasta Vilela, y la intersección de Díaz Vélez e Hidalgo.

A través de demarcaciones con pintura reflectiva, se ampliarán las veredas y se crearán cruces más cortos y seguros. Estas obras cambian el diseño de las intersecciones y logran una mejor organización de los flujos peatonales y vehiculares. Además, desalientan el exceso de velocidad vehicular; promueven el tránsito de peatones y mejoran la calidad del espacio público urbano.

En la Capital circulan 1,5 millones de autos por día hábil, de los cuales casi un millón están radicados en la ciudad. Sólo en el centro porteño ingresan 500.000 autos por día y los lugares para estacionar escasean. En este contexto, la resistencia a las medidas restrictivas para el automóvil todavía son grandes. Pero muchos utilizan la bicicleta como medio de transporte.

158 Km de ciclovías

Es la cantidad total que tiene en la actualidad la red de la ciudad. El gobierno porteño planea llegar a 250 km de ciclovías en 2019