YPF prevé abrir un centro de operaciones en la Torre de Puerto Madero

La conducción de YPF decidió trasladar el Real Time Operation Center ,que controla el desarrollo de todos sus pozos en Vaca Muerta, a la torre que la compañía posee en Puerto Madero, en la ciudad de Buenos Aires. Actualmente esa central, que es un modelo de digitalización para la industria local, se encuentra en el denominado Edificio Pelagatti, en la zona céntrica de la ciudad de Neuquén, a 100 kilómetros de las operaciones.

En la búsqueda de alcanzar la máxima eficiencia de los no convencionales, la empresa que conduce el ex Tecpetrol Horacio Marín, eligió el modelo de control de operaciones de la estadounidense ExxonMobil, con el concepto de reforzar la velocidad en las decisiones del real time y mejorar los parámetros en los pozos.

En lo que va del año, la empresa comunicó haber mejorado sus índices productivos en un 20% la velocidad de perforación, en un 12% las fracturas –con un mismo equipo se logró el récord de 293 etapas en un mes- y la producción en el shale aumentó un 20% al pasar en los primeros días de enero a los 105.000 barriles de crudo hasta picos recientes por encima de 130.000 con el objetivo de llegar a los 140.000 a diciembre.

Para mejorar aún más esos indicadores, la decisión que dio a conocer Marín a inversores es que el cerebro de YPF para Vaca Muerta se traslade con sus equipos al piso 26 del edificio corporativo ubicado en el dique 3 de Puerto Madero, en la esquina de Macacha Güemes y Juana Manso, que estuvo en vente entre 2021 y 2023, y que cuenta con 75.000 metros cuadrados en 36 pisos que creó el arquitecto tucumano César Pelli y se inauguró en 2008.

El propio Marín suele asegurar que allí la complejidad tecnológica que se alcanzará hará creer al visitante que “se está en un proyecto para llegar a Marte y no perforando pozos en Vaca Muerta”, a casi unos 1.300 kilómetros de distancia. “Las decisiones de la perforación y la completación se harán real time desde Buenos Aires, y para eso hay que tener los mejores profesionales en la misma sala para tomar las decisiones”, dijo.

La expectativa de la decisión es bajar sustancialmente el tiempo de perforación, tal como Marín asegura que logró ExxonMobil al reducir a la mitad ese índice en apenas 18 meses, en una nueva era de la industria en la que ya no se toman las decisiones en base al trabajo del Company Man al pie del pozo, al cual se le delegaban múltiples responsabilidades por la falta de tecnología adecuada.

YPF tiene en sus posibilidades máximas 10.000 pozos en todas sus locaciones, incluyendo las áreas en que está asociada con terceras compañías. El trasfondo de la decisión es maximizar la eficiencia en la operación y producción y para eso se identificó la necesidad de bajar el ciclo de pozo, es decir desde que se ingresa al área hasta que se la pone en producción.

“YPF perfora rápido, fractura rápido pero no tiene un ciclo de pozo eficiente”, explicó Marín en los últimos meses ante distintos auditorios al alentar la meta de reducir al mínimo los tiempos muertos en todos los eslabones de la cadena, y su objetivo en ese sentido es “bajar 30% el ciclo de pozo, lo que significará una baja de capital de trabajo para la compañía de entre los 1.000 y 1.500 millones de dólares al año», estimó.

En esa búsqueda de eficiencia, la empresa ya tiene en marcha el proceso de implementación del modelo productivo Toyota Way, un diseño de trabajo que la automotriz japonesa implementó para reducir costos y tiempos en la fabricación de vehículos y que los equipos de ambos socios buscan adecuar para la industria petrolera.

El actual centro de operaciones en Neuquén, demandó una inversión de US$ 3,5 millones y está al mismo nivel de complejidad que el que tienen grandes operadores, permite el control de más de 40.000 variables en tiempo real a las que atiende un equipo interdisciplinario integrado por 50 personas.

Desde allí se dirigen todas las etapas que conforman la construcción, puesta en funcionamiento y operación de un pozo de gas o petróleo, así como la etapa posterior de tratamiento a través de una red de instalaciones y ductos hasta su entrega al sistema de transporte de gas o las refinerías.

El centro es un hub de servicios considerado único en América Latina, en el cual se realizan tareas de operación y control durante las 24 horas de más de 1.000 pozos en 30 instalaciones que tiene en funcionamiento la petrolera en el no convencional neuquino.

En el primer piso se ubica todo lo vinculado a la geonavegación y construcción de pozos en todas sus etapas, lo que incluye desde la perforación, la estimulación y la terminación del mismo, una tarea considerada clave para la empresa en el desafío de ganar en eficiencia y productividad.

Desde allí el operador puede guiar en tiempo real al equipo perforador ubicado en el terreno, para seguir el mejor camino que permita avanzar en la roca madre en ramas de hasta casi 5.000 metros de longitud horizontal, y ubicar el mismo en la franja de terreno de mayor productividad.