Salidas
Arte participativo: tocar, palpar e intervenir los trabajos de Julio Le Parc en el CCK
Este es el año del gran artista argentino Julio Le Parc. Sin dudas. Toda Buenos Aires se ve copada, desde hace unos meses, por una cantidad inmensa de sus trabajos, que pueden verse actualmente en el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA), en el Centro Cultural Kirchner (CCK), en el Centro de Experimentación del Teatro Colón (CETC) –con un proyecto especial– y, este mes, Yamil Le Parc, su hijo y manager, promete intervenir el Obelisco con las obras de su padre.
Pero de todas las exposiciones y producciones de Le Parc, hay un área especial, diferente, según Clarín: se ubica en el cuarto piso del CCK y está pensada por el artista para que el público intervenga de forma activa en cada una de esas obras. Sin la intervención del espectador –comenta el artista, tal como lo escribía y pensaba ya en los años 60–, estas obras no terminan de adquirir sentido.
Y es en este cuarto piso del CCK, en donde el público puede tocar, palpar, intervenir los trabajos de Le Parc: no en vano la curadora de la muestra, Gabriela Urtiaga (flamante curadora del Museum of Latinamerican Art de Los Angeles, MOLA), decidió llamar a este sector de la exposición “Sala de Juego”. Porque es aquí en donde los espectadores de todas las edades pueden sentarse en divertidas sillas con resortes, que los lanzan hacia cualquier dirección. O en donde pueden tirarles dardos a diferentes “figuras del establishment”, como los llama Le Parc –gobernadores, presidentes y hasta artistas– a ver si embocan en el centro. Quizás el “juego-obra” más grande y llamativo en este piso del CCK sea el gran bosque de puching-balls: cada uno de ellos lleva pintada una de estas “figuras del establishment” y aquí los espectadores pueden pegarles puñetazos a los que quiera.
Sin límites de edad, capacidades, ni ningún tipo de restricciones, esta área de la exposición, comentan en Clarín, es la más interactiva: simula ser un pequeño “parque de diversiones”, una “zona de remanso” pero es, en realidad, una sección de obras con un gran contenido de crítica social. Aquí es en donde se revela más esa noción de “espectador activo” que para Le Parc es fundamental. “Es necesario que el papel del espectador y el de la obra se modifiquen”, escribía el artista hace décadas, y lo sigue sosteniendo.
“Vivir la participación activa de una obra es, quizás, más importante que la contemplación pasiva del espectador y ayuda a desarrollar en el público sus condiciones creativas naturales”, sostenía Le Parc. Este tipo de creencias –fundamentales para el artista– las mantiene toda la vida.
Por eso, para quien visite el cuarto piso de la exposición del maestro en el CCK será casi obligatorio tocar todo lo que se pueda, tirar pelotas contra contornos de figuras, ponerse anteojos cinéticos estrambóticos –que modificarán absolutamente el campo de visión– y hasta debe animarse a llenar la encuesta que Le Parc dejó allí: el artista quiere saber sobre usted. Aquí, en este piso de la muestra, la parte fundamental de la obra es el visitante.
La obra de Julio Le Parc en el Centro Cultural Kirchner (Sarmiento 151) se puede visitar de miércoles a domingos y feriados, de 13 a 20, hasta el 10 de noviembre. La entrada cuesta 100 pesos y los miércoles es gratuita. NR