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Las tertulias en el Hotel Faena
Algunos dicen que hay dos o tres tipos distintos de dolarización. Otros se preocupan por la inflación. Y en el mismo ambiente salió un apodo para Mauricio Macri.
“Miren, la interna local es más leve que la de España que nuevamente está sin poder armar gobierno, y las relaciones “arden” porque se volvió a apelar al separatista Puigdemont, exiliado en Bruselas, quien está poniendo semejante cantidad de exigencias para dar los votos de Barcelona al saliente Pedro Sanchez (que resultó perdedor), que es probable que se tenga que volver a llamar a elecciones…”, comentaba un español de paso por El Mercado, el pintoresco restoran del Faena en Puerto Madero, donde se reunen muchos empresarios de grupos transnacionales, muy preocupados ahora por lo que pueda ocurrir en el país tras el cambio de gobierno.
“Es un error centrar toda la discusión en el sistema monetario cuando hay cuestiones mucho más perentorias para el país”, señalaba uno de ellos, mientras otro explicaba la “clase” sobre dolarización que había dado Nicolás Cachanosky en el encuentro mensual del Grupo Broda.
“Resulta que hay dos o tres tipos distintos (de dolarización). Está la forzosa (como Ecuador), o la voluntaria (como El Salvador). Hay distintas maneras y la cantidad de dólares que se requieren es también distinta”, explicaba el empresario, todavía sorprendido de que el especialista, quien declaró no estar en el grupo de Milei, sostuviera que “el bimonetarismo es mucho más peligroso”, o que “con o sin dolarización, igual hay que hacer una serie de cambios (en el país)”.
Otros, mientras tanto, se mostraban más cortoplacistas, preocupados por la inflación proyectada para agosto (¿arriba del 11%?) y septiembre (aunque Massa apunta a recortarla a un dígito), y la diciembre-diciembre prevista por encima de 170 puntos; o también por lo que le queda al próximo gobierno (sea quien fuere el que se imponga).
Todos coinciden, sin embargo, en que el gran tema es la gobernabilidad, y la necesidad de “sumar” voluntades, aunque no todos inscriben los movimientos de acercamiento del expresidente Mauricio Macri a Javier Milei, dentro de este esquema y, de hecho, creen que esa. movida puede significar una nueva ruptura en el frente opositor, tal vez la definitiva.
“Como dicen por ahí, Macri es un jarrón chino: nadie sabe donde ponerlo…”, cerró otro de los contertulios. El mismo “ambiente” se palpaba en el noreste tucumano, aunque ahí predominaban productores y agroindustria, y se notaba la “distensión” por las últimas lluvias. Aunque desparejo, el trigo ya está espigado y será de los primeros en cosecharse dentro de un mes aproximadamente, un mes dando, tal vez, otra noticia positiva para el Gobierno.