Cultura
Automóviles: polémica por la obligación de grabar autopartes en la ciudad
(CABA) Que el sistema es adulterable, que no se harán los controles pertinentes y que el fin real del proyecto es sólo recaudatorio: éstos son los principales recelos de muchos titulares de autos contra el sistema de grabado de autopartes. Aunque distintas voces oficiales y policiales aseguran la idoneidad del plan que se aplica en la Capital desde 2011 con el propósito de desalentar el robo de vehículos, algunos especialistas en autopartes y derecho también lo objetan.
«El grabado actúa como un sistema de trazabilidad para identificar las autopartes, transformándose en un ADN, y lo vuelve una herramienta disuasiva para evitar el robo. Nadie roba lo que no puede vender», afirmaron fuentes de la Cámara de Grabadores de Autopartes.
En la ciudad, a junio pasado se había grabado casi el 20% del parque automotor: unos 320.000 autos sobre 1.700.000 que registra la Dirección Nacional del Registro de Propiedad Automotor. Por la ley local 3708 y sus normas complementarias, todos deben cumplimentar la obligación en distintos plazos (el último, en diciembre próximo), al igual que sucede en otros tres distritos: las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Mendoza.
En la Capital, funcionan ocho centros a los que los vecinos pueden concurrir para realizar el trámite. En el situado en Pacheco 3560, Villa Urquiza, atienden a unos 150 autos por día. Cuando la nacion lo visitó, una docena de titulares de autos aguardaba a ser atendida. «El grabado sólo sirve para recaudar. Y el número se puede limar con facilidad», se quejó Luciano Gagliesi, de 38 años. Tampoco confía en la iniciativa Alicia Torres, de 70 años: «No creo que sirva. El de cristales tampoco funcionó». NT