Oyarbide trasladó la glamorosa decoración de su despacho a un restó de Puerto Madero

Retirado, vinculado al poder K y próximo a cobrar una jubilación de unos $100.000 mensuales, el ex juez Norberto Oyarbide trasladó la glamorosa decoración de su despacho de Comodoro Py al restó «El Mirasol Campo & Mar» de Puerto Madero.

«Es una experiencia que hay que atravesarla. Todo lo que uno pueda imaginar antes de que eso ocurra, es imposible de dimensionar. Es una sensación muy particular, donde se mezclan una serie de sentimientos, entran a tallar mucho los recuerdos, uno recorre por última vez los lugares, el estrado, el sillón de juez, mi escritorio, ver las caras de cada una de las personas que conformaron mi equipo durante todos estos años… no me fueron indiferentes sus gestos», cuenta sobre su traspaso de juez a ex juez y se emociona en la nota que dio a la revista CARAS en esa parrilla, la que considera: su «segundo hogar«.

En ese restó -de arriba de $ 400 por persona- Oyarbide armó una suerte de «reservado», más que un VIP, a un costado del salón principal y al que llevó una araña antigua, dos candelabros con caireles de vidrio y un busto del emperador romano Julio César. Según describen, un telón de pana bordó preserva al indiscreto ex juez y a los otros 7 comensales que pueden sentarse en esa mesa redonda. El «reservado» hasta tiene su propio baño, para que los amigos de Oyarbide no tengan que cruzarse con el resto de los clientes del restó.

En ese despacho de Comodro Py también había pinturas inglesas e italianas y un jarrón y un recibidor franceses, entre otras excentricidades que Oyarbide no podía «colgar» en su cuerpo, como sí hacía con las joyas, los relojes y las lapiceras de altísimo nivel. Quizás esos objetos también fueron llevados a la parrilla porque no combinaban en el cálido hogar del magistrado «bailarín», en Rodriguez Peña al 1900. En ese departamento convive con su pareja desde hace 8 años, Claudio Blanco, y también con paredes enteladas y hasta con una bañadera (él la llamaría «tina») de mármol de Carrara que tiene sus iniciales incrustadas en oro.

En CARAS también habló de un deseo que hasta ahora mantuvo oculto: le gustaría ser padre a través de la donación de espermas con Daniela, la mujer con la que estuvo a punto de casarse. NR